El Ghee tiene un perfil nutricional único, sin lactosa o caseína, rico en ácidos grasos de cadena corta y de cadena media y butirato, sustancias antiinflamatorias, inhibidoras del apetito y generadoras de energia para nuestro cuerpo. El Ghee es apto para las personas que son sensibles a la lactosa o caseína, porque en el proceso de preparación la fase láctea se retira.

Tanto la mantequilla como el Ghee contienen ácidos grasos de cadena media y corta. La mantequilla contiene del 12 al 15 por ciento de ácidos grasos de cadena media y corta, mientras que el ghee contiene un 25 por ciento o más. El cuerpo realmente metaboliza estas grasas de una manera diferente que los ácidos grasos de cadena larga. ¿El resultado? Las cadenas media y corta no están asociadas con enfermedades cardiovasculares.

El Ghee es más estable a altas temperaturas. Mientras tanto, la mantequilla alimentada es mejor para hornear y cocinar a temperaturas más bajas.

Ambos productos tienen los nutrientes adecuados. Solo que el Ghee no tiene lactosa y se puede usar a altas temperaturas.

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Paula Pérez

Medicina Funcional